En este articulo hago un análisis del perfil de esta miseria humana con una recomendación final de como actuar frente a estos especímenes. Las personas que hablan desde el rencor y que basan sus vidas en criticar a los demás tienen un serio problema de autoestima. Tienen la necesidad de buscar grietas donde desembocar su frustración y para ello generan y/o aprovechan el rumor y los bulos para la crítica gratuita, la calumnia, la difamación y el escarnio. 
 
La gran trampa de juzgar a los demás
Cada vez que emiten un juicio sobre alguien crean una o varias historias ficticias muy lejanas a la realidad. Estos especímenes, son rápidos para juzgar a los demás, pero incapaces de corregirse a si mismos.
 
Esclavos de su Ego
El falso juez necesita sentirse superior a los demás, especial, distinto. Erigirse como dueño de la verdad absoluta. Observa desde el anonimato y aprovecha cualquier oportunidad para aliviar su frustración y alimentar su ego. Estos sujetos vacíos y pobres de espíritu no juzgan situaciones de forma puntual y aislada, sino que han asumido el papel de juez de la existencia de los demás sin que nadie se lo haya pedido.
 
Utilizan cualquier excusa para hacer daño
Un estilismo arriesgado, un rumor que se desvíe de las convenciones sociales, un análisis parcial o una opinión que simplemente no coincide con la propia son motivos suficientes para ser usados para “leer la mente” a la persona y atribuirle todo tipo de imperfecciones, faltas y acciones, aunque no tengan ningún fundamento.

​¿Cómo reconocer en el día a día a estos seres tóxicos 
Entre las características y hábitos que los definen, las más típicas son las siguientes 
 
1. Quieren seducir a los demás mediante la crítica
¿Cómo ocurre esto? Buscar siempre la pajita en el ojo ajeno, pero a la vez tratar con una persona da a entender la idea de que esa persona es mejor que la gran mayoría. Por omisión, el hecho de que alguien que siempre critica a otros tolere nuestra presencia e incluso parezca disfrutar con ella puede llegar a hacernos sentir bien. Esto es una forma de manipulación enfermiza y decadente.
 
2. Se esconden en la red
En Internet, las personas que juzgan a los demás habitualmente sienten que cuentan con la protección extra del anonimato, por lo que aprovechan para dar rienda suelta a su crueldad. Eso significa que dejan toda clase de comentarios despectivos, a la vista de todo el mundo, sabiendo que el impacto negativo de esta clase de publicaciones es más notorio: todo el mundo puede saber quién es el blanco de las críticas, pero no queda muy claro quién las emite. Aquí se evidencia la cobardía y pobreza de espíritu de estos sujetos.

¿Pero por qué critican tanto?
Juzgar a otro sin conocimiento de causa es una manera fácil y sencilla de sentirse superior a alguien y, por comparación, sentirse mejor con uno mismo. Cuando uno de estos especímenes formula un pensamiento dirigido a hundir a otra persona en realidad está tratando de evadirse temporalmente de la ruina que es su propia autoestima. Lo cierto es que la persona que juzga dice más de sí mismo que lo que pretende decir del otro.
 
1. Especímenes
Las personas que juzgan a los demás detestan gran parte de su vida y por eso se dedican a intoxicar a los demás. Sus vidas están vacías, la envidia les corroe y no soportan que alguien si esté satisfecho. En este punto la envidia juega un papel predominante. Son personas difíciles de detectar porque se esconden bajo una apariencia de falsa coherencia y convicciones imaginadas. Pero en realidad, están totalmente frustradas y la frustración conduce a la agresión.
 
2. Desequilibrados
Estas personas atormentadas por las decisiones que han tomado, quizás impuestas desde afuera sin haber podido elegir, mantienen una relación de conflicto psíquico con ellos mismos. Desde la falsa seguridad y el anonimato de la red vomitan su mierda de una forma cobarde buscando notoriedad y aprobación en los demás.

 
¿Cómo lo hacen?
Algunos patrones típicos de estos sujetos:
 

• Necesitan justificar la trayectoria de su vida desacreditando la vida de otros. 
• Juzgan basándose en heurísticos que les anclan en el reduccionismo, la simpleza y la subjetividad.
• Suelen tener unos valores que no son usados para dar calma a ellos mismos y a su entorno; sino para juzgar a los demás de forma continuada.
• Carecen de actividades que les resulten interesantes. Su vida es insulsa y vacía.

• Son poco autocríticos con lo que ellos realizan. No les gusta sentirse juzgados en una tarea que implique demostrar desempeño.

• Se irritan con facilidad.
• ​Los éxitos de los demás se deben a causas externas, inestables y específicas, y los suyos a causas internas, estables e inespecíficas a la situación. Es decir, su éxito está justificado, el de los demás normalmente es fruto del azar.
• Creen que el hecho de que su entorno estén ocupados en juicios contra otros aplazará las opiniones que estos mismos tienen de su propio desempeño.
• No suelen expresar opiniones en presencia de muchas personas. No les resulta interesante como práctica, pues les puede dejar en evidencia.
• Sus críticas reflejan en la mayoría de las ocasiones el anhelo por experimentar lo que la vida les ha negado o ellos no han podido lograr.
• No se preocupan por mejorar. Consideran que la mejor vía para destacar es apagando el brillo de otras personas.
• Sus juicios pueden ser desde leves y privados; a públicos y peligrosos.

​RESUMEN
Si en algún momento te sientes juzgado por alguno de estos especímenes, piensa que no hay un motivo por el que ese sujeto deba hacerte daño. Este sujeto que ahora te juzga probablemente este diciendo más de el mismo que de ti por lo que tienes que mantenerte fuerte, estar por encima y nunca juzgar. 
En una época en la que la lucha de egos está a la orden del día y las redes se han convertido en vertederos de basura concierne no tomar como normal esas personas enfermas que necesitan hacerse notar par dar sentido a sus miserables vidas.
 
¿Enfrentarse a quien juzga?
Se debe ignorar a estas personas y jamás entregarles el poder de que puedan dañar tu reputación personal o profesional ante un gran número de amigos, familiares o cualquier otra audiencia.
Ante estos especímenes solo cabe la ignorancia como arma, aunque debemos estar alerta y preparados para que no sobrepasen los límites de nuestra intimidad a un nivel más que condenable. En este caso, tienes distintas opciones para responder a sus agresiones. Esto ya es elección de cada uno. En todo caso te dejo un par de herramientas que sirven para que quede constancia reconocida de dichas agresiones.
 
https://www.egarante.com
https://www.savetheproof.com
 
Fuentes y Bibliografia
Consejo general de psicología de España. www.cop.es
Lawrence Kohlberg y la teoría del desarrollo moral.
Arturo Torres. Licenciado en Sociología y Master en Psicología Social.
Gema Sánchez Rueda. Licenciada en Psicología. 
Tres teorías del desarrollo del juicio moral. Carlos E. Zerpa. www.redalyc.org
Cristina Roda Rivera. Licenciada en Psicología.
La sociología jurídica y el derecho. Jorge Carvajal. www.redalyc.org
La psicología del desarrollo moral. Autores: Rafael García Ros (comp.), Esteban Pérez Delgado (comp.) Editores: Siglo XXI de España.
Jurisprudencia sociológica y sociología del derecho. www.scielo.org.co