En un contexto de velocidad y bombardeo constante nuestra mente y espíritu esta contaminada por la basura que genera la sociedad actual y el estado mundial. Estamos totalmente manipulados, amargados y enfrentados. Eso es lo que le interesa al poder establecido. Dentro de está situación pequeños detalles que a menudo escapan de nuestra atención adquieren un significado especial. Una mirada, una sonrisa, unas palabras sinceras, respirar conscientemente, cocinar, pasear y observar la naturaleza… Estamos perdiendo la capacidad de detenernos, reflexionar y tomar conciencia de todo lo hermoso que nos rodea. El odio genera odio y el amor genera amor. Lejos de quedarnos impasibles frente al drama mundial de guerras y desigualdad, ahora más que nunca hemos de rebelarnos y luchar por un mundo mejor desde una óptica positiva. Cuidándonos y cuidando a los que tenemos alrededor nuestro y lo merecen. Estar bien con uno mismo es esencial para poder aportar lo mejor a los demás. Un gesto o unas palabras amables y sinceras son de las mejores vitaminas para generar estados emocionales positivos que buena falta nos hace.
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![]() Éramos pobres. Nuestro espacio de juego era la calle. Un día Miguelin que era el más pequeño de la pandilla nos dijo que por los carteles se podía uno colar a la Feria de Muestras. Nos juntamos y nos dirigimos hacia allí. Colarnos en lugares restringidos era unos de nuestros juegos preferidos. Mientras uno vigilaba los demás nos empotramos como pudimos entre el cartel y la pared y agarrados a los anclajes empezamos a escalar el alto muro. Una extraña sensación recorría nuestros cuerpos. Con el paso de los años supimos que se llama “adrenalina”. Y finalmente la satisfacción del éxito de la misión. Una pandilla de cinco críos entre siete y nueve años sucios, desaliñados y sobre todo felices. Íbamos de stand en stand pidiendo muestras de lo que fuera, pegatinas, bolígrafos, cromos, carteles… Las horas nos pasaban muy deprisa, apurábamos hasta la hora del cierre del recinto y volvimos a casa orgullosos de nuestra hazaña y con nuestro tesoro en las manos. Eso no fue más que el principio. Había ferias todo el año y múltiples lugares y formas para colarnos. El 16 de diciembre de 1977 Albert Boadella, Director de la compañía teatral “Els Joglars” fue detenido y procesado, por la autoridad judicial militar, junto con otros cinco miembros, por un presunto delito de injurias al Ejército, debido a las representaciones de la obra La torna. El montaje teatral hacía referencia al consejo de guerra contra el apátrida Heiz Chez, condenado a muerte en 1974 y ajusticiado en Tarragona el mismo día que al anarquista catalán Salvador Puig Antich le era aplicado el garrote vil en Barcelona.
El caso de Albert Boadella y Els Joglars motivó una amplia campaña en favor de la libertad de expresión. Hacia apenas dos años que el dictador Francisco Franco había fallecido y la Dictadura aún se respiraba en el ambiente. Cuando salíamos a la calle a defender la Libertad de Expresión (yo tenia entonces 19 años) sabíamos quien era el enemigo. Un fascismo casposo y cruel sin mascaras ni disfraces. Desde que en el año 1978 fue constituida la Constitución española (La Gran Mentira) durante 43 años nos ha ido vendiendo una falsa y podrida democracia mientras politicastros corruptos de todas las índoles y colores han ido llenando sus arcas a costa del pueblo. El tiempo nos ha demostrado que la supuesta democracia es una farsa. El fascismo enmascarado, tolerado y bendecido por los partidos en el poder se ha ido apoderando de la sociedad civil hasta unos limites y un descaro impensable. Lobos con piel de cordero o los mismos perros con diferentes collares. Se evidencia más que nunca la estafa de la Constitución española y el fracaso de una supuesta democracia. El pueblo agotado de la corrupción, de la represión, de la manipulación, de la falta de trabajo, de oportunidades, y sobre todo, de que lo engañen dice ¡basta! Y como dijo John F Kennedy: “LOS QUE HACEN LA REVOLUCION PACIFICA IMPOSIBLE, HARAN INEVITABLE LA REVOLUCIÓN VIOLENTA”. ![]() Hasta mas o menos los 14 años, aparte de la asignatura FEN (Formación del Espíritu Nacional) de la que nos escaqueábamos todo lo que podíamos, no tenia ni puta idea ni de partidos ni de política. Mi única pasión era la escalada y montar pollos divertidos en cualquier tipo de espacio, especialmente en los transportes públicos. Mi vena de showman viene de lejos. La influencia en mis ideales, mas por herencia e identidad que por otra cosa, que marcaron mi vida hasta la actualidad, fueron los pasajes y anécdotas que me explicaba mi padre que fue llamado a filas republicanas a los 16 años, y que por falta de padre lo educo su tío, un activista anarquista que murió en prisión a base de tortura y palizas. También decir que mi padre paso largos años en campos de concentración y batallones disciplinarios donde los franquistas-fascistas intentaron “depurarlo”. La cuestión es que en mi segundo trabajo en el que empecé a trabajar a los 14 años, en el taller se hablaba de los distintos sindicatos laborales para afiliarse y yo no lo dude ni un momento. Mi carnet de la CNT junto con su ideología jamás me iba a abandonar. Seria allí por el año 1982 que recibí las primeras informaciones sobre el “movimiento” Skinhead. Curiosamente, la información me llego a través de mi novia escocesa, una encantadora hippie vegetariana amante de la marihuana el reggae y los punks locos. Casualmente, me habló de un ex skinhead escoces amigo de su hermano mayor que la tenia impresionada por su gran predisposición a las broncas y que iba armado siempre con un machete Big size. Me llamo mucho la atención dicho personaje, el siguiente paso fue hacerle preguntas y mas preguntas sobre este “movimiento”. Mi imaginario empezó a trabajar; broncas, amante del reggae, rapado con botas y tirantes…. La verdad es que quizás por la diferencia generacional o porque cuando el punk arraigo en Barcelona estaba sufriendo la puta “mili” obligatoria, cuando volví no fui nunca aceptado (más bien rechazado) por la “secta” punk del momento. Dada esta situación y la seducción del skinhead imaginario que se formo en mi cabeza que llegó la conversión. Estas circunstancias fueron suficientes para mi para adoptar la estética Skinhead y empezar a mezclar vinilos de Punk con los de Trojan. Sin saberlo me había convertido sin saberlo, en el primer Skunk de la Península. Poco mas tarde conocería a los “Wankers”una banda de pijos borrachos auténticamente patriotas españoles, divertidos y amantes del futbol. Entre ellos estaba el primer Skinhead de Barcelona con el que llegue a trabar una "supuesta" gran amistad. La relación con está nueva amistad supuso para Fray un enorme choque de ideologías, sentimientos y contradicciones. Por un lado, su origen y esencia libertaria y por el otro un supuesto nacionalismo patriótico que se enorgullecía de ser español y su diversidad de culturas. Uno de los momentos más críticos a los que me enfrenté y que despertó mis dudas de con quien me estaba relacionando y donde me estaba metiendo, fue cuando un día saliendo del gimnasio donde yo era era profesor, mi supuesto amigo, el primer skinhead de Barcelona que se había inscrito por supuesto acercamiento y amistad al gimnasio donde yo daba clases, un día a la salida de clase dirigiéndonos a la bodega donde hacíamos el vermú me confeso a modo de "tranquilizarme" que en la habitación de su casa tenia colgada en la pared la junto a la esvástica Nazi la A de anarquía. Posteriormente, en una visita a su casa en la zona alta de Barcelona pudo comprobar que era verdad. Una anécdota que me impresionó y que jamás olvidaré. |
AuthorFray (Carles Treviño). Archives
Junio 2024
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