![]() Hasta mas o menos los 14 años, aparte de la asignatura FEN (Formación del Espíritu Nacional) de la que nos escaqueábamos todo lo que podíamos, no tenia ni puta idea ni de partidos ni de política. Mi única pasión era la escalada y montar pollos divertidos en cualquier tipo de espacio, especialmente en los transportes públicos. Mi vena de showman viene de lejos. La influencia en mis ideales, mas por herencia e identidad que por otra cosa, que marcaron mi vida hasta la actualidad, fueron los pasajes y anécdotas que me explicaba mi padre que fue llamado a filas republicanas a los 16 años, y que por falta de padre lo educo su tío, un activista anarquista que murió en prisión a base de tortura y palizas. También decir que mi padre paso largos años en campos de concentración y batallones disciplinarios donde los franquistas-fascistas intentaron “depurarlo”. La cuestión es que en mi segundo trabajo en el que empecé a trabajar a los 14 años, en el taller se hablaba de los distintos sindicatos laborales para afiliarse y yo no lo dude ni un momento. Mi carnet de la CNT junto con su ideología jamás me iba a abandonar. Seria allí por el año 1982 que recibí las primeras informaciones sobre el “movimiento” Skinhead. Curiosamente, la información me llego a través de mi novia escocesa, una encantadora hippie vegetariana amante de la marihuana el reggae y los punks locos. Casualmente, me habló de un ex skinhead escoces amigo de su hermano mayor que la tenia impresionada por su gran predisposición a las broncas y que iba armado siempre con un machete Big size. Me llamo mucho la atención dicho personaje, el siguiente paso fue hacerle preguntas y mas preguntas sobre este “movimiento”. Mi imaginario empezó a trabajar; broncas, amante del reggae, rapado con botas y tirantes…. La verdad es que quizás por la diferencia generacional o porque cuando el punk arraigo en Barcelona estaba sufriendo la puta “mili” obligatoria, cuando volví no fui nunca aceptado (más bien rechazado) por la “secta” punk del momento. Dada esta situación y la seducción del skinhead imaginario que se formo en mi cabeza que llegó la conversión. Estas circunstancias fueron suficientes para mi para adoptar la estética Skinhead y empezar a mezclar vinilos de Punk con los de Trojan. Sin saberlo me había convertido sin saberlo, en el primer Skunk de la Península. Poco mas tarde conocería a los “Wankers”una banda de pijos borrachos auténticamente patriotas españoles, divertidos y amantes del futbol. Entre ellos estaba el primer Skinhead de Barcelona con el que llegue a trabar una "supuesta" gran amistad. La relación con está nueva amistad supuso para Fray un enorme choque de ideologías, sentimientos y contradicciones. Por un lado, su origen y esencia libertaria y por el otro un supuesto nacionalismo patriótico que se enorgullecía de ser español y su diversidad de culturas. Uno de los momentos más críticos a los que me enfrenté y que despertó mis dudas de con quien me estaba relacionando y donde me estaba metiendo, fue cuando un día saliendo del gimnasio donde yo era era profesor, mi supuesto amigo, el primer skinhead de Barcelona que se había inscrito por supuesto acercamiento y amistad al gimnasio donde yo daba clases, un día a la salida de clase dirigiéndonos a la bodega donde hacíamos el vermú me confeso a modo de "tranquilizarme" que en la habitación de su casa tenia colgada en la pared la junto a la esvástica Nazi la A de anarquía. Posteriormente, en una visita a su casa en la zona alta de Barcelona pudo comprobar que era verdad. Una anécdota que me impresionó y que jamás olvidaré.
1 Comentario
Neton
18/9/2021 15:50:18
Buena historia, haber si cuentas algo más y conocemos más detalles. Siempre OI!
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AuthorFray (Carles Treviño). Archives
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